Por el momento, la mayor parte de las investigaciones que podrían ser útiles para el virus de Zika se han llevado a cabo en relación con otros flavivirus, como los del dengue o la fiebre amarilla.
La OMS también está trabajando en:
El establecimiento de redes de apoyo a los organismos de reglamentación para acelerar la aprobación de ensayos clínicos en los países.
La promoción de la obtención de muestras en su debido momento y del intercambio de datos entre grupos participantes en estudios de I+D sobre el virus de Zika, a fin de garantizar que la I+D cuente con los mejores datos científicos.
Los esfuerzos de la OMS en materia de I+D sobre el virus de Zika forman parte de un trabajo general para establecer una hoja de ruta (el Proyecto I+D) para una mejor preparación en esta área, basándose para ello en la experiencia adquirida durante las labores de I+D en relación con el brote de ebola en África Occidental.
En diciembre de 2015 la OMS celebró una reunión consultiva para identificar un número limitado de patógenos a los que hay que dar prioridad inmediata con respecto a la preparación en materia de I+D. Se consideró que el virus de Zika supone un riesgo grave y que son necesarias nuevas medidas cuanto antes.